Nuevos viejos dilemas: Consolas y Revisión de Hardware

Nuevos viejos dilemas: Consolas y Revisión de Hardware

El 11 de julio de 2019 Nintendo presentó la Nintendo Switch Lite, una semana más tarde presentó también la nueva versión de la Nintendo Switch. La revisión de hardware de la consola llega después de más de un año de rumores y especulación con un costo menor y apuntada directamente al mercado portátil.

 

Trailer de presentación de la Nintendo Swith Lite, con homenaje a Iwata incluido.
 
El abaratamiento de costos en la Lite implica un recorte de algunas funciones. Por ejemplo, los joycons no son removibles ni intercambiables, tampoco cuentan con la función de Rumble (vibración), ni tienen sensores IR. A su vez, la consola está pensada exclusivamente para ser usada en modo portátil, por lo tanto que no puede ser conectada al Dock (base) de la Switch anterior para ser usada en conjunto con la televisión. Asimismo se ha mejorado la vida de la batería y, finalmente, la consola cuenta con una estética similar a la Nintendo DS. Sin embargo, lo más interesante del anuncio llegó en la forma de una confirmación inesperada que desembarcaría una semana más tarde. En abril de este año Nintendo actualizó el software de la Switch a la versión 4.0.0, lo que llevó a observar a algunos la existencia de tres perfiles. Uno para la entonces Switch actual, uno para la Lite y otro para lo que la Internet denominaría la Switch “Pro”. La presentación del 11 de julio permitió confirmar la existencia de un tercer modelo, pero llevó a varios a cuestionar el concepto de “Pro”. Ya que si bien habría modificaciones, ninguna estaría a altura de las revisiones realizadas por Sony y Microsoft a sus consolas, la Pro y la X respectivamente. Finalmente el 17 de julio se develó el misterio, no habrá Switch Pro. La nueva versión tendrá un favorable pero ligero margen en procesamiento de datos y una batería considerablemente más extensa, casi duplicando la actual, pero nada más.

Nintendo presentó la revisión de la Nintendo Switch, disponible a partir de agosto de 2019.
 
La idea de la revisión de hardware no es nueva. Ya durante la época de las consolas de 8 bit se solían desarrollar revisiones de las consolas con propósito de mejorar la eficiencia de fabricación, abaratar costos o sencillamente promover de una manera distinta una nueva venta de un mismo producto. Sin embargo, durante finales de la generación de los 16 bit (SNES, Sega Megadrive, Turbografx-16 o PC Engine, Atari Jaguar) la dinámica de renovar hardware comenzó a separar a los usuarios, ya que las revisiones incluían funciones o capacidades que las consolas originales no tenían. Para empeorar la situación la existencia de múltiples productos terminó alejando a los consumidores de la industria por percibirla “demasiado complicada”. La estrategia se reformó en el mercado de las consolas a partir de lanzamiento de la PlayStation y la Nintendo 64. Así las revisiones comenzaron a llegar con el fin de la vida útil de la consola, es decir, con el lanzamiento de la próxima generación. Por el contrario, en las consolas portátiles el asunto llegó a niveles insospechados con las constantes revisiones a la PSP y a la Nintendo DS (y posteriormente 3DS).
 
Con el lanzamiento en 2013 de la última generación de consolas, la Xbox One y la PlayStation 4, tanto Sony como Microsoft apuntaron a unas especificaciones de hardware moderadas. Esa moderación hizo que para el año 2015 las consolas quedaran parcialmente obsoletas frente a las nuevas tecnologías en desarrollo. Así Sony presentaría y lanzaría la PlayStation 4 Pro y Microsoft presentaría y lanzaría la Xbox One X. Si bien amabas consolas correrían las exactas mismas aplicaciones y juegos que las consolas originales, también abrieron la puerta al debate sobre las capacidades de hardware desperdiciadas en ambas consolas. De cara al inminente lanzamiento de nuevas consolas (y con ello el inicio de una nueva generación) en 2020 muchos se preguntan si la Pro y la X no son un indicio de la estrategia de los fabricantes. Vender consolas débiles, para luego vender revisiones más efectivas y capaces a mitad de la generación. Es importante destacar que estas consolas no son una revisión para abaratamiento de costos, como sería por ejemplo la Xbox One S, sino que se trata de consolas con mayor capacidad para el procesamiento de datos y gráficos que, de acuerdo al panorama actual, no serán debidamente explotados y agotados.
 

Mark Cerny, el arquitecto informático detrás de la PlayStation 4 Pro explica cómo fue concebida.
 
La estrategia de Nintendo de no lanzar una Switch Pro, sino una sencilla revisión de hardware pone en evidencia la falencia de Sony y Microsoft. Ambas empresas introdujeron productos nuevos al mercado que no han sido completamente explotados con el afán de no repetir errores del pasado y dividir a los usuarios. Sin embargo, el contraste con el otro grande de los videojuegos podría llevar a los consumidores a repensar la compra de su próxima consola. ¿Qué rol desempeñarán la PlayStation 4 Pro y la Xbox One X cuando salgan al mercado las próximas consolas? La retrocompatibilidad está asegurada por ambas compañías, es decir que las próximas consolas podrán jugar todos (está por verse) los juegos de las anteriores, pero ¿qué pasará con estas consolas con potencial sin explotar? Existen rumores sobre “phasing”, en donde paulatinamente se irán dejando atrás consolas (por ejemplo: Los juegos de PS5 correrán en la PS4 Pro, pero no en la PS4 original; con el lanzamiento de la PS5 Pro, los juegos correrán en la PS5 original, pero no en la PS4 Pro), pero no hay indicios concretos para sostenerlos. También existen una gran cantidad de preguntas en torno al precio de las próximas consolas (factor clave para ingresar en el mercado) y el rol del streaming (Microsoft lanzó una versión de Xbox One completamente orientada a lo digital en 2019). Al mismo tiempo la estrategia de Nintendo de no desarrollar una Switch Pro lleva a preguntarse, entonces, ¿en qué se encuentra trabajando el departamento de R&D de Nintendo? ¿Cuando presentarán nueva consola?. Nueva generación, viejos problemas, nuevas preguntas, viejas respuestas. 
 
 

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